Caída Libre


Supongo que esta es mi caída a la realidad más grande, era mucha la altura, creo haberme hecho daño.
Un plan de vida a la basura en dos segundos.
-Como te fue? – la pregunta del día
Al principio la respuesta era mal, no me alcanza y todas las respuestas posibles relacionado con aquello. Luego simplemente cuando ya no me era posible contener mas las lagrimas, la respuesta cambio a, sin comentarios, no quiero hablar de ello etcétera.
Increíble como uno se hace expectativas, se crea ilusiones. A veces en momentos como este, siento que no debería esperar nada, dejar que las cosas vengan y se vayan como si nada, tomar las cosas como vengan, pero en realidad dudo que alguien pueda vivir así, nos alimentamos de esperanzas y anhelos, es difícil respirar si no los tenemos.
Por suerte aquella amargura rápidamente fue reemplazada por las opciones, opciones que realmente no había considerado anteriormente cegada por el anhelo brillante de aquel futuro. Ahora podía ver las cosas más claramente, había notros caminos, y finalmente todos llevan al mismo destino. Ahora podía respirar tranquilas, la desesperación de aquella presión punzante en mi pecho se había esfumado permitiéndome inhalar los aires de los repentinos cambios.
Calma, es lo que me llena ahora, por supuesto aun tengo muchas cosas que decidir y muchas dudas que aun colman mi mente, pero hay tiempo, siempre hay tiempo.



Huir


HuirDe pronto se encontró a ella misma caminando entre la gente por esas calles abarrotadas por la muchedumbre, tan llenas, y tan vacías a la vez.
Huir era lo que mejor sabia hacer, un talento tan arraigado que parecía parte de todo lo que en esencia era, tanto así que a veces ya no se daba cuenta cuando lo estaba haciendo otra vez.
No miraba hacia adelante, no importaba la dirección, ni el punto de llegada, lo importante era alejarse con rapidez del punto de partida, nada más.
Sus zapatillas roñosas le sonreían mientras admiraba sus pasos, sus viejas compañeras jamás le habían fallado.
La música acompañaba su andar, esas típicas canciones que los adolescentes escuchan en sus momentos oscuros, llenaban los rincones de su mente. Otra manera más de aislarse del mundo.
No es que no tuviera donde ir, nadie que le diera un consejo, un poco de apoyo, alguien que secara sus lagrimas. La realidad estaba en que estaba cansada de la lastima de los demás, ni tampoco quería seguir cargando a los demás con sus problemas, aunque eso la liberara un poco.
Era fácil cerrar la puerta de su hermano pequeño y pedirle que le subiera el volumen a la tele. Entre tanta inocencia, no era participe en lo absoluto de la realidad a su alrededor.
Para ella no era tan fácil, los años de su infancia ya estaban en el pasado, y ya era capaz de notar todas las mentiras en las que vivía, los gritos, los llantos, hasta los golpes.
No tenía muchas maneras de solucionarlo, estaba enfrentar las cosas, pero en realidad no era lo suficientemente fuerte para ello, la otra opción era correr y encerrarse en sí misma, la opción que había optado y que hace mucho la acompañaba y que llenaba sus días.
Lo peor era que nadie podía realmente comprenderla, o al menos así se sentía. Quizás si hubiera alguien, un alma que compartiera su dolor, alguien que le brindara un abrazo silencioso, sin aconsejarla, sin cuestionarla, solo un abrazo, era demasiado pedir?
Las calles estaban ahora realmente vacías, como ella. Una banca le guiñó un ojo para que se acercara. Se sentía tan fría. Levantó la mirada en dirección el horizonte, el sol bostezaba dejando entre ver rayos de sol que llenaban el cielo de matices rosas y naranjos. Las primeras estrellas comenzaban a asomar en el azulado cielo que cubría su cabeza.
Se acomodó recostada de lado en la banca y cerró los ojos, deseando que al abrirlos, hubiera sido solo una muy larga pesadilla.


Por delante


Créanlo o no, estoy viva, después de estos dos intensos días y todos los que los precedieron, se acabó. Por un lado me siento tranquila, libre, no pensé que me mantendría calmada, sobre todo considerando que el día anterior había sido, bueno digamos que, no de lo mejor, pero por alguna extraña razón mi mente se mantuvo clara, serena y despierta. Por otra parte me siento preocupada, quizás estoy demasiado confiada, está bien, hay que confiar en las capacidades de uno, pero no es que me haya caracterizado por tener una autoestima alta que digamos, así que como se imaginaran siento dudas, y no sé si eso está mal, recuerdo haber aprendido que la duda es una manera de llegar a la verdad, cuestionarse, cuestionar todo, si esto fuera así, creo que conocería muchas verdades, pero olvidémonos del tema, no estoy para ese tipo de reflexiones, al menos no hoy.
Ahora tengo la vida por delante, pero por ahora me concentraré en el verano, en el trabajo, el paseo de curso, la licenciatura, la cena, en la navidad, el año nuevo, mi cumpleaños, la Serena y el cajón del Maipo.
Altas expectativas tengo puestas en esta estación del año, me dedicaré a disfrutar, a escribir, a cantar y a bailar, espero estar completamente feliz, o al menos intentarlo.
Creo que no escribiré este tipo de cosas un par de días, pondré mi concentración y mi inspiración, esa que por suerte no me ha abandonado hacer un par de semanas, y por suerte, ya que me tuvo abandonada casi seis meses, en los que lamentablemente fue cuando más la necesitaba, la muy esquiva, pero como dije ahora la tengo y la usaré para el libro, el cual espero terminar antes de la tortuosa noche vieja.
Creo que vuelvo a decir estupideces, es como si la corriente del pensamiento se apoderara de mi y escribiera lo primero que viniera a mi mente siguiendo un hilo que no tiene sentido alguno.
Bueno me voy, sino, comenzaré a divagar (más aun).